La Navidad pasó, y por desgracia, muchos recuerdan lo que recibieron de regalo, o la cantidad de alcohol que tomaron... otros ni se acuerdan.
Es costumbre. Otra fecha más. La gente está tan idiotizada por todo, que olvidan el real sentido de estas fechas.
Muchas personas me han dicho que pueden pasar un cumpleaños solos, sin la visita de nadie; lo pueden pasar trabajando, y sin regalos ni con un solo sentido de alegría, por el hecho de tener un año más (lo que es inevitable), pero de ninguna manera pueden pasar solos la Navidad, ni el Año Nuevo. Bajo ninguna circunstancia pueden pasarla trabajando y sin regalos.
"¡Loco, es Navidad!" te dicen. Y si alguien le pregunta qué es Navidad, es como preguntarle a un chico de 18 años, ¿qué pasó el 25 de Mayo de 1810? O ¿qué es realmente el Día de los Inocentes?
RESPUESTAS QUE RECIBI:
"Es un día en donde uno se reúne con la familia".
"Es cuando los chicos reciben regalos".
"Es un día en donde me junto con mis amigos después de doce para chupar".
"Cuando Papá Noel entra por la chimenea y..."
No, no puedo seguir...
Espero que les haya dado verguenza.
Estas respuestas son tan graves como una gangrena en una pierna que está a punto de ser amputada.
No quiero hablar de religión, porque si bien no soy ateo, tampoco soy fiel creyente. Pero les recuerdo que Navidad viene de "Natividad", es el nacimiento de Jesús.
Y para los que no sabían, el Niño Dios, no se pone en el pecebre hasta no ser las doce del 24. Y los Reyes Magos se ponen a centímetros del pecebre, y desde el 25, hasta el día de los Reyes, se va acercando hasta llegar.
La Navidad se trata de REVIVIR aquel momento, tal cual nosotros revivimos los recuerdos de nuestros cumpleaños.
No es por cortar una gran tradición, pero ni siquiera deberíamos recibir regalos. ¿Por qué? Si no es nuestro cumpleaños, ¿Por qué? Si la mayoría que los espera, ni sabe de qué se trata la fecha. ¿Por qué? Si la mayoría es pecador como para encima recibir regalos, de parte de quien tendría que recibirlos.
Lamento cortarles el cuentito de cama, pero Papá Noel y Jesús no se conocen. Si en el día del cumpleaños de Jesús, un gordo forro, anda flotando en un trineo con unos renos de mierda, gritando como un boludo "jojojo" y dando relgalos, creo que deberían conocerse.
Pero no.
El asunto es que un año está terminando, un año más... y a la vez, un año menos, para el final de la vida.
¿Y qué significa que un año termine?
RESPUESTAS QUE RECIBÍ:
"Es un día en donde uno se reúne con la familia".
"Es un día en donde me junto con mis amigos después de doce para chupar".
De nuevo, no puedo seguir.
Un asado, una reunión familiar, deseos de exito, de bienestar, de trabajo, salud, y de juntarse a chupar con tus amigos, lo podés desde el 2 de enero, al 30 de diciembre... ¿por qué usar de excusa esas dos fechas?
El tema es que un año que se temina tiene que servirnos de balance. Las cosas buenas contra las cosas malas. ¿Cuál ganó? ¿Y qué voy a hacer para revertir esto en el 2008?
31-12-07
lunes, 31 de diciembre de 2007
martes, 18 de diciembre de 2007
Los kilos están para pesarnos
Desde que estoy juntado con mi señora, me he dado cuenta (y no hay que ser inteligente para saberlo) que algunos kilos se han agregado a mi masa corporal.
De esta oración que les mencioné hay un par de puntos que voy a analizar.
Todo es causa y efecto. Como y engordo. Eso lo explica todo. Como dijo Jack Black en “Escuela de Rock”: “No hago dieta porque me gusta comer, ¿es un crimen?”.
Y estoy de acuerdo con él. Si tengo que ser sincero, he sido flaco dos veces en mi vida. Una por falta de sexo y la otra por pasarme de vuelta con el trabajo. La primera fue en la época en que iba a segundo año de la secundaria. Muchas chicas, en ese tiempo, me seguían, y el dormido no se daba cuenta las posibilidades que tenía allí. Muchas, les confieso, se regalaban.
La segunda fue cuando trabajaba en Morrison. Eran once horas de trabajo, casi sin parar. Tenía un descanso de una hora, en donde estaba tan cansado, que en lo que menos pensaba era en la comida.
Aquellos que pensaban por lo bajo, o aquellos que cuando me iba de la junta, decían a mis espaldas “¿viste que gordo que está el Luis?” por fin se dieron el gusto.
Si esos mismos, me ven hoy, dirán “qué gordo que está Luis”, en vez de preocuparse de que esté bien.
Estoy convencido que la obesidad no es salud, y tampoco lo es ser delgado. No me interesan las dietas, no me preocupa estar gordo. Son cosas que pasan con el correr de los años.
Es más, sé que dentro de cinco años, aproximadamente, empezaré a quedarme calvo, ¿y creen que eso me molesta, me quita el sueño?
¡Vamos! Soy Luis, ¿recuerdan? Me fui lejos, pero sigo pensando igual. Soy una persona en contra del Costumbrismo. Odio las costumbres que las personas siguen porque otras se las dijo.
La comida está para comerla, ¿qué más quieren? No voy a hacer una huelga de hambre, cuando la tengo. Y con los años, he aprendido cuando cerrar mi apetito, y cuando no. Empezando por los tenedores libres. Son lugares para los que pago mi tarjeta y gracias a ella, puedo comer todo lo que quiera. ¿No me digan que solo comen una entrada de fiambre, van a la parrilla o a cualquier plato fuerte, a los postres y se van? No. No me digan eso. Yo pago, me siento, me hago dos entradas, dos platos fuertes, si tengo espacio, otro plato, un poco más liviano, y después todas las bochas de helado de limón, que el heladero me permita. ¿Eso es abuso? ¿Eso es pecado? ¿Eso es un crimen?
La verdad es que estoy a gusto con mi peso, es la vez en mi vida de adolescente-adulto, que estoy más relleno de la pelvis al esternón, y no me importa. Es mi vida, no de los que me dicen: “Oh, cómo comés, cristiano de Dios”. Es mi vida, no de los que me dicen que coma menos.
Así que, esto es re sencillo: aquellos que me acepten así, de lujo, seguimos siendo amigos, aquellos que no, hay muchas maravillas perfectas en el mundo para fijar sus ojos, ¡Mucha Suerte!
17-12-2007
De esta oración que les mencioné hay un par de puntos que voy a analizar.
Todo es causa y efecto. Como y engordo. Eso lo explica todo. Como dijo Jack Black en “Escuela de Rock”: “No hago dieta porque me gusta comer, ¿es un crimen?”.
Y estoy de acuerdo con él. Si tengo que ser sincero, he sido flaco dos veces en mi vida. Una por falta de sexo y la otra por pasarme de vuelta con el trabajo. La primera fue en la época en que iba a segundo año de la secundaria. Muchas chicas, en ese tiempo, me seguían, y el dormido no se daba cuenta las posibilidades que tenía allí. Muchas, les confieso, se regalaban.
La segunda fue cuando trabajaba en Morrison. Eran once horas de trabajo, casi sin parar. Tenía un descanso de una hora, en donde estaba tan cansado, que en lo que menos pensaba era en la comida.
Aquellos que pensaban por lo bajo, o aquellos que cuando me iba de la junta, decían a mis espaldas “¿viste que gordo que está el Luis?” por fin se dieron el gusto.
Si esos mismos, me ven hoy, dirán “qué gordo que está Luis”, en vez de preocuparse de que esté bien.
Estoy convencido que la obesidad no es salud, y tampoco lo es ser delgado. No me interesan las dietas, no me preocupa estar gordo. Son cosas que pasan con el correr de los años.
Es más, sé que dentro de cinco años, aproximadamente, empezaré a quedarme calvo, ¿y creen que eso me molesta, me quita el sueño?
¡Vamos! Soy Luis, ¿recuerdan? Me fui lejos, pero sigo pensando igual. Soy una persona en contra del Costumbrismo. Odio las costumbres que las personas siguen porque otras se las dijo.
La comida está para comerla, ¿qué más quieren? No voy a hacer una huelga de hambre, cuando la tengo. Y con los años, he aprendido cuando cerrar mi apetito, y cuando no. Empezando por los tenedores libres. Son lugares para los que pago mi tarjeta y gracias a ella, puedo comer todo lo que quiera. ¿No me digan que solo comen una entrada de fiambre, van a la parrilla o a cualquier plato fuerte, a los postres y se van? No. No me digan eso. Yo pago, me siento, me hago dos entradas, dos platos fuertes, si tengo espacio, otro plato, un poco más liviano, y después todas las bochas de helado de limón, que el heladero me permita. ¿Eso es abuso? ¿Eso es pecado? ¿Eso es un crimen?
La verdad es que estoy a gusto con mi peso, es la vez en mi vida de adolescente-adulto, que estoy más relleno de la pelvis al esternón, y no me importa. Es mi vida, no de los que me dicen: “Oh, cómo comés, cristiano de Dios”. Es mi vida, no de los que me dicen que coma menos.
Así que, esto es re sencillo: aquellos que me acepten así, de lujo, seguimos siendo amigos, aquellos que no, hay muchas maravillas perfectas en el mundo para fijar sus ojos, ¡Mucha Suerte!
17-12-2007
martes, 4 de diciembre de 2007
¿Más o menos Argentino?
En la Semana de Mayo, no usé escarapela. ¿Eso me hace menos argentino?
Tengo una dura opinión en cuanto a los que siguen un costumbrismo, y no lo entienden del todo. O nunca se detiene a preguntar sobre por qué siguen esa costumbre. El hecho de que yo haya sido uno de los que sí se detuvieron, me rotulan como "rebelde", como "terco" y hasta dicen, ya hartos de mis preguntas retóricas: "Ah, vos siempre buscándole la quinta pata al gato". Me da tanta bronca, como gracia.
Es así de simple: la escarapela se la usa en la Semana de Mayo, por lo que obviamente (y está bien claro), se la usa siete días. Aun que hay algunos que la usan tres, o dos o inclusive el mismo 25 de mayo y después... ¿qué? ¿A dónde guardan la escarapela? ¿La Guardan? ¡Qué mierda la van a guardar! La tiran a la mierda. Y llegada la Semana de Mayo del año siguiente compran otra. ¡Ahí está mi molestia! "La tiran y compran otra". ¿No les da gracia? A mí sí.
Empiezo a manifestar que yo soy argentino todos los días del año, no una semana, tres días o el mismo 25 de mayo. Y me molesta que se me acerque uno que la usa esos días y me diga: "¡Ah, qué patriota que sos!" Te podés ir a la re puta que te parió, me da ganas de responderle. ¡Pedazo de careta!
¿Y les sorprende si les digo que cuando Argentina le metió sies goles a Serbia y Montenegro en el Mundial estaba durmiendo? ¿Que apesar de escuchar los seis gritos de mi viejo, no me moví ni un centímetro? ¿Eso también me hace menos argentino? Muchos se acuerdan que son argentinos en el momento de las fechas patrias, en los mundiales o campeonatos de fútbol, en las Olimpiadas. Y se olvidan de serlo todos y cada uno de los días. Cuando están las cosas difíciles y complicadas y hay que estar todos juntos. Y cuando sabemos que lo somos, pero nos da verguenza, es cuando un nuevo político nos roba. Queremos que "se vayan", pero no pensamos en quién es capaz de hacer flotar este barco. ¿Cuántos presidentes pasaron por el país desde su independencia? Muchísimos. ¿Cuál de ellos fue perfecto en sus años de mandato? Ninguno. Y ninguno lo será. Entonces, hay que tener un poco más de cabeza y pensar que "echamos" a uno, pero no sabemos quién mierda vendrá y nos ahogará más.
Bueno, junto a este especie de repudio a que me digan cómo me tengo que sentir argentino, van todos los repudios juntos en cuanto a los costumbrismos. Todo.
Pronto, muy pronto, escribiré sobre más cosas que me "dan por las bolas".
28-05-2007
Tengo una dura opinión en cuanto a los que siguen un costumbrismo, y no lo entienden del todo. O nunca se detiene a preguntar sobre por qué siguen esa costumbre. El hecho de que yo haya sido uno de los que sí se detuvieron, me rotulan como "rebelde", como "terco" y hasta dicen, ya hartos de mis preguntas retóricas: "Ah, vos siempre buscándole la quinta pata al gato". Me da tanta bronca, como gracia.
Es así de simple: la escarapela se la usa en la Semana de Mayo, por lo que obviamente (y está bien claro), se la usa siete días. Aun que hay algunos que la usan tres, o dos o inclusive el mismo 25 de mayo y después... ¿qué? ¿A dónde guardan la escarapela? ¿La Guardan? ¡Qué mierda la van a guardar! La tiran a la mierda. Y llegada la Semana de Mayo del año siguiente compran otra. ¡Ahí está mi molestia! "La tiran y compran otra". ¿No les da gracia? A mí sí.
Empiezo a manifestar que yo soy argentino todos los días del año, no una semana, tres días o el mismo 25 de mayo. Y me molesta que se me acerque uno que la usa esos días y me diga: "¡Ah, qué patriota que sos!" Te podés ir a la re puta que te parió, me da ganas de responderle. ¡Pedazo de careta!
¿Y les sorprende si les digo que cuando Argentina le metió sies goles a Serbia y Montenegro en el Mundial estaba durmiendo? ¿Que apesar de escuchar los seis gritos de mi viejo, no me moví ni un centímetro? ¿Eso también me hace menos argentino? Muchos se acuerdan que son argentinos en el momento de las fechas patrias, en los mundiales o campeonatos de fútbol, en las Olimpiadas. Y se olvidan de serlo todos y cada uno de los días. Cuando están las cosas difíciles y complicadas y hay que estar todos juntos. Y cuando sabemos que lo somos, pero nos da verguenza, es cuando un nuevo político nos roba. Queremos que "se vayan", pero no pensamos en quién es capaz de hacer flotar este barco. ¿Cuántos presidentes pasaron por el país desde su independencia? Muchísimos. ¿Cuál de ellos fue perfecto en sus años de mandato? Ninguno. Y ninguno lo será. Entonces, hay que tener un poco más de cabeza y pensar que "echamos" a uno, pero no sabemos quién mierda vendrá y nos ahogará más.
Bueno, junto a este especie de repudio a que me digan cómo me tengo que sentir argentino, van todos los repudios juntos en cuanto a los costumbrismos. Todo.
Pronto, muy pronto, escribiré sobre más cosas que me "dan por las bolas".
28-05-2007
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